Yotube como ecosistema Comunicativo by Elkin Calvo

autor:Elkin Calvo [Calvo, Elkin]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Saxo Yopublico
publicado: 2019-05-07T00:00:00+00:00

Un nuevo mundo

Marisol y el Cubo ya llevaban seis meses viviendo en Bangladesh, se acomodaron en un pequeño pueblo donde aprendieron a guisar payesh, la comida típica del lugar. Empezaron a interpretar el idioma y ya podían comunicarse de alguna forma gracias al medio año que llevaban radicando en ese lugar, todo parecía ser color de rosa.

Los planes de vivir juntos en España seguían en pie, sólo decidieron tomar un descanso para reunir dinero y sobre todo, para descansar de tanto viaje y reponerse de lo mal que la pasaron en altamar. Los dos formaron una relación sólida, ya parecían marido y mujer. Él salía a trabajar en el campo mientras ella atendía el local de comida que abrieron. Marisol no hizo ningún intento por comunicarse con sus compañeros de inteligencia, ellos la creían muerta y no tenía problema con eso; sin embargo, sí se comunicó con Santiago, su hijo. A él le informaron que su madre había muerto por un fallo en la inteligencia que detonó una bomba acabando con todos los presentes, pero ella le contó la verdad, le pidió que sea paciente, pues ya estaba trabajando en regresar a su lado. Para seguir permaneciendo en anonimato, todo ese tiempo, el Cubo se hacía llamar Said, incluso a Marisol le pedía que se dirigiera a él con ese nombre; ese nombre lo tomó como respeto al soldado a quien le hizo comer sus propios ojos. También dejó de momento ser justiciero y se concentraba solamente en llevar una vida tranquila con Marisol.

Normalmente Said paseaba por la ciudad y veía las condiciones tan malas en las que vivía la gente, había pobreza extrema, pocas personas parecían sonreír de verdad. Un día entró a una fábrica textil muy famosa en aquel país donde se fabricaba la ropa que solía importarse a todo el mundo para después venderse en los centros comerciales para las personas de alto estatus social, o para aquellos que no les molesta pagar más de dos mil pesos por una prenda. Los trabajadores reflejaban tristeza y conformidad en sus ojos, apenas ganaban el equivalente de treinta y un euros al mes, mientras que el dueño de dicha empresa estaba catalogado como uno de los más ricos del mundo, con una fortuna de aproximadamente 71,356 millones de euros. Al Cubo le pareció muy injusto, los trabajadores eran explotados al máximo sólo para seguir inflando la cuenta del dueño de la marca y, molesto, exigió a todos los trabajadores que salieran de inmediato de la fábrica, que era hora de dejar de trabajar para hacer más rico a alguien más. Como era de esperarse, nadie le hizo caso y pidió a todos los empleados que salieran de inmediato del lugar si es que no querían resultar lastimados. Destruyó todo en el interior, destrozó las máquinas textiles con su mente, aventó escritorios por todos lados y prendió fuego a la mercancía. Los guardias que quisieron detenerlo fueron lanzados fácilmente por las ventanas, llegó la policía local pero nada pudo hacer para que el Cubo se detuviera.

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